CONEXIÓN MÉRIDA-VALPARAÍSO
DÉBORA CARNEVALI RAMÍREZ
[VIERNES 17 DE SEPTIEMBRE, 2010]
Sino está en Facebook no existe. Doña Internet Dos Punto Cero ha cambiado todas las definiciones que teníamos de las relaciones interpersonales. Es decir, la interacción virtual se ha vuelto capaz de crear nuevas reacciones en los individuos. La realidad es más cyberpunk que el Neuromante de Gibson. Todos los días son cálidos y soleados si logramos usar el face to face con las personas indicadas. Todas las mujeres del mundo pueden parecernos sexys en un día con mucha suerte en el Chat Roulette. La red dos punto cero es el espacio donde podemos totalizar las parcialidades. Donde uno existe sin lograrlo: nos constituye la huella. Miramos la huella desde la ventana.
Roberto Bolaño terminó sus Detectives Salvajes con la pregunta “¿Qué hay detrás de la ventana?”. Débora Carnevali nos da una de las tres millones ochocientas cuarenta y ocho mil doscientos noventa y dos respuestas posibles. Atrás de la ventana hay gente. Las redes sociales se han convertido en la unidad de medida que indica las dimensiones de una persona. Ergo: la presencia es kilobytes.
En la teoría teatral se reconocen cuatro paredes. La cuarta es el pacto F que el receptor acepta implícitamente. También le llaman eje Z. Una de las mayores innovaciones que pudo haber en el arte del siglo XX fue la inclusión del receptor como constructor del significado de la obra. El autor ha muerto, dijo Roland Barthes. En el Proyecto Ventana, Débora Carnevali cambia la percepción que tenemos de la presencia del receptor. Es decir: el receptor está presente en dos lugares geográficos al mismo tiempo. Cuando la virtualidad asciende las leyes de la física se convierten en algo mucho más relativo, ya sea con un gringo poniéndose hasta atrás de borracho con cerveza yucateca o un grupo de españoles en una galería de chile tomando pisco, o mujeres con ropas ligeras bailando surf en una galería de la ciudad de Mérida y un fotógrafo agarrado de los pezones gritándole piropos guarros a una mujer chilena, sin olvidar la interacción entre dos cámaras que se fotografiaban mutuamente desde puntos lejanos del planeta.
El Proyecto Ventana es una invitación para repensar el concepto de presencia y existencia. Ahora, con los proyectos de redes sociales y su trascendencia en la vida diaria son la muestra de que más allá de la ventana solo hay nuevas reglas que nos llevarán a cualquier otro lugar.
La ventana es el espacio más allá de la presencia.
Actualmente somos voyeurs y partícipes de la vida en la internet. La existencia es digital. La vida es Photoshop. Las relaciones son dos punto cero. La presencia es sincronía. Ya no pregunto más que hay detrás de la ventana.
Isaac Ventura-Rivero
Roberto Bolaño terminó sus Detectives Salvajes con la pregunta “¿Qué hay detrás de la ventana?”. Débora Carnevali nos da una de las tres millones ochocientas cuarenta y ocho mil doscientos noventa y dos respuestas posibles. Atrás de la ventana hay gente. Las redes sociales se han convertido en la unidad de medida que indica las dimensiones de una persona. Ergo: la presencia es kilobytes.
En la teoría teatral se reconocen cuatro paredes. La cuarta es el pacto F que el receptor acepta implícitamente. También le llaman eje Z. Una de las mayores innovaciones que pudo haber en el arte del siglo XX fue la inclusión del receptor como constructor del significado de la obra. El autor ha muerto, dijo Roland Barthes. En el Proyecto Ventana, Débora Carnevali cambia la percepción que tenemos de la presencia del receptor. Es decir: el receptor está presente en dos lugares geográficos al mismo tiempo. Cuando la virtualidad asciende las leyes de la física se convierten en algo mucho más relativo, ya sea con un gringo poniéndose hasta atrás de borracho con cerveza yucateca o un grupo de españoles en una galería de chile tomando pisco, o mujeres con ropas ligeras bailando surf en una galería de la ciudad de Mérida y un fotógrafo agarrado de los pezones gritándole piropos guarros a una mujer chilena, sin olvidar la interacción entre dos cámaras que se fotografiaban mutuamente desde puntos lejanos del planeta.
El Proyecto Ventana es una invitación para repensar el concepto de presencia y existencia. Ahora, con los proyectos de redes sociales y su trascendencia en la vida diaria son la muestra de que más allá de la ventana solo hay nuevas reglas que nos llevarán a cualquier otro lugar.
La ventana es el espacio más allá de la presencia.
Actualmente somos voyeurs y partícipes de la vida en la internet. La existencia es digital. La vida es Photoshop. Las relaciones son dos punto cero. La presencia es sincronía. Ya no pregunto más que hay detrás de la ventana.
Isaac Ventura-Rivero
PATROCINADORES:
ESPACIO G (VALPARAÍSO, CHILE)
FONDO ESTATAL PARA LA CULTURA Y LAS ARTES DE YUCATÁN (ESAY)
ESPACIO G (VALPARAÍSO, CHILE)
FONDO ESTATAL PARA LA CULTURA Y LAS ARTES DE YUCATÁN (ESAY)