LA TIERRA PROMETIDA / CARLOS NAVARRETE
[JUEVES 5 DE MARZO, 2009]
El performance de Carlos Navarrete, titulado La tierra prometida representa un aspecto del mundo contemporáneo, reticente a olvidar las prácticas sectarias: La corta visión que encuentra en la tierra exclusivamente geografía y no fertilidad.
Con un globo blanco como testigo, la acción comienza con el arado de la tierra, que a la postre servirá para formar el contorno de un territorio; bien puede ser el de la Palestina invadida, el de un ejido explotado o cualquier espacio que por distintas cuestiones pierde su historia y se ve vulnerado por intereses sombríos. El espacio delimitado es intervenido con veladoras que recuerdan el dolor luminoso de la muerte, luz que invita a la reflexión más concreta de los errores del hombre.
Al ir menguando el albor, el hombre frente a una Biblia y con las asfixia del dogma representado por una bolsa de basura, se destapa y con renovados bríos hace estallar el globo, hace explotar al mundo.
Con un globo blanco como testigo, la acción comienza con el arado de la tierra, que a la postre servirá para formar el contorno de un territorio; bien puede ser el de la Palestina invadida, el de un ejido explotado o cualquier espacio que por distintas cuestiones pierde su historia y se ve vulnerado por intereses sombríos. El espacio delimitado es intervenido con veladoras que recuerdan el dolor luminoso de la muerte, luz que invita a la reflexión más concreta de los errores del hombre.
Al ir menguando el albor, el hombre frente a una Biblia y con las asfixia del dogma representado por una bolsa de basura, se destapa y con renovados bríos hace estallar el globo, hace explotar al mundo.
Hector Ortíz Oropeza