TRASLACIÓN DEL ORIGEN / EDGAR CANUL
[MIÉRCOLES 12 DE AGOSTO, 2009] [FRONTGROUND: CENTRO DE INVESTIGACIÓN ARTÍSTICA]
Edgar Canul y el origen en espiral
Performancear es como hacer pan, a veces se necesita el silencio para que la masa levante otras no tanto. El performance se hornea y está listo para que el público agarre los sabores, o se le seque la boca, o suban de peso por el almidón y los carbohidratos, o se preparen un sandwich. El que tiene más saliva puede comer más pan. Además no hay que olvidar que todos los panes necesitan bastantes huevos.
En el performance e instalación Traslación de origen de Edgar Canul, el público fue partícipe de la panadería, se horneó junto con la acción.
La identidad artística del pueblo nace traslapada. Nace para migrar. Edgar lo sabe. El nacimiento del acto artístico por excelencia está lejos del espacio de comodidad. El artista ha de establecerse donde pueda, así inició su performance poniendo un clavo en la mesa. El clavo era libre albedrío. Un artista que se arraiga donde le acomoda y nada más. Del techo hasta la mesa caía un cable, el origen siempre móvil pero fijo en algún punto que nadie nota, arriba de la cabeza de cualquier espectador, mirar hacia el origen equivale a cegarse con las lámparas. Con el cable comenzó a ensartar panes, uno tras otro, una brocheta de identidad construida. El pan es la identidad heredada que no se rechaza. Cuando el cable no llevaba más panes, la identidad construída, fue necesario fijarlo al clavo, así el moviento y la quietud son atravesados por la identidad con la que el artista se quiere mostrar. Identidad de historia, harina, levadura y huevos.
La raiz es un clavo que pudo estar en otra parte.
Una vez anclada, la mezcla de raiz, identidad y origen se debatirá entre tonalidades que pasan del blanco al negro. Lo masculino y lo femenino, no son más que dos siluetas de harina y tierra que quedaron en el suelo después de que Edgar cortara unos sacos que estaban suspendidos en el aire. Al final quedaron siluetas delineadas por el polvo, sólo se es polvo o los espacios sin él. Al fondo, un óvalo negro simulando un espejo o un lienzo donde Edgar tiró polvo para hornear, y luego una espiral que en la que miró, tal vez se miró. La identidad se traslada como una espiral que nunca termina de girar, no se queda en el mismo lugar pero nunca termina de alejarse de su origen.
En su semblanza, Rafa Penroz llama a Edgar “el chaman-medium que transforma la materia del pueblo en materia artística”, yo acompletaría que convierte el arte en materia del pueblo sin que eso signifique convertir totalmente al pueblo en materia del arte. Tal vez por eso, terminado el performance, saltó una araña de los panes sobrantes para recordar que, como se veía en el video de la tercera sala, levaduras que se siguen levantando sin que se pueda controlar.
Performanceo entre maiz y trigo. Performancear es hacer pan. Traslación de orígen, el pueblo es la materia y Edgar es el medium (Rafa Penroz) En el performance sobre el pan nos horneamos. Fotografos transicionales en un espacio oscuro. Canul el gandul. No hay performance sin expectativa. Acostado con el cable ensartando panes. Aquí no hay pan duro. No sé porque Edgar no tenía cara de Performance. Anclar los panes a la raiz que no es más que un clavo que el recién puso. Siluetas de Harina y tierra. Silueta en harina y silueta en tierra silueta de hombre y mujer en harina y tierra, la harina mujer la tierra hombre. Al revés. Círculo de retratos, blanco y negro. De qué esta hecho el inca?., ¿qué pintó? Tal vez a su abuelo, una espiral. Una araña saltó de los panes, para el gran final.
Performancear es como hacer pan, a veces se necesita el silencio para que la masa levante otras no tanto. El performance se hornea y está listo para que el público agarre los sabores, o se le seque la boca, o suban de peso por el almidón y los carbohidratos, o se preparen un sandwich. El que tiene más saliva puede comer más pan. Además no hay que olvidar que todos los panes necesitan bastantes huevos.
En el performance e instalación Traslación de origen de Edgar Canul, el público fue partícipe de la panadería, se horneó junto con la acción.
La identidad artística del pueblo nace traslapada. Nace para migrar. Edgar lo sabe. El nacimiento del acto artístico por excelencia está lejos del espacio de comodidad. El artista ha de establecerse donde pueda, así inició su performance poniendo un clavo en la mesa. El clavo era libre albedrío. Un artista que se arraiga donde le acomoda y nada más. Del techo hasta la mesa caía un cable, el origen siempre móvil pero fijo en algún punto que nadie nota, arriba de la cabeza de cualquier espectador, mirar hacia el origen equivale a cegarse con las lámparas. Con el cable comenzó a ensartar panes, uno tras otro, una brocheta de identidad construida. El pan es la identidad heredada que no se rechaza. Cuando el cable no llevaba más panes, la identidad construída, fue necesario fijarlo al clavo, así el moviento y la quietud son atravesados por la identidad con la que el artista se quiere mostrar. Identidad de historia, harina, levadura y huevos.
La raiz es un clavo que pudo estar en otra parte.
Una vez anclada, la mezcla de raiz, identidad y origen se debatirá entre tonalidades que pasan del blanco al negro. Lo masculino y lo femenino, no son más que dos siluetas de harina y tierra que quedaron en el suelo después de que Edgar cortara unos sacos que estaban suspendidos en el aire. Al final quedaron siluetas delineadas por el polvo, sólo se es polvo o los espacios sin él. Al fondo, un óvalo negro simulando un espejo o un lienzo donde Edgar tiró polvo para hornear, y luego una espiral que en la que miró, tal vez se miró. La identidad se traslada como una espiral que nunca termina de girar, no se queda en el mismo lugar pero nunca termina de alejarse de su origen.
En su semblanza, Rafa Penroz llama a Edgar “el chaman-medium que transforma la materia del pueblo en materia artística”, yo acompletaría que convierte el arte en materia del pueblo sin que eso signifique convertir totalmente al pueblo en materia del arte. Tal vez por eso, terminado el performance, saltó una araña de los panes sobrantes para recordar que, como se veía en el video de la tercera sala, levaduras que se siguen levantando sin que se pueda controlar.
Performanceo entre maiz y trigo. Performancear es hacer pan. Traslación de orígen, el pueblo es la materia y Edgar es el medium (Rafa Penroz) En el performance sobre el pan nos horneamos. Fotografos transicionales en un espacio oscuro. Canul el gandul. No hay performance sin expectativa. Acostado con el cable ensartando panes. Aquí no hay pan duro. No sé porque Edgar no tenía cara de Performance. Anclar los panes a la raiz que no es más que un clavo que el recién puso. Siluetas de Harina y tierra. Silueta en harina y silueta en tierra silueta de hombre y mujer en harina y tierra, la harina mujer la tierra hombre. Al revés. Círculo de retratos, blanco y negro. De qué esta hecho el inca?., ¿qué pintó? Tal vez a su abuelo, una espiral. Una araña saltó de los panes, para el gran final.
Isaac Ventura-Rivero
PATROCINADORES:
ESCUELA SUPERIOR DE ARTES DE YUCATÁN (ESAY)
FRONTGROUND: CENTRO DE INVESTIGACIÓN ARTÍSTICA
ESCUELA SUPERIOR DE ARTES DE YUCATÁN (ESAY)
FRONTGROUND: CENTRO DE INVESTIGACIÓN ARTÍSTICA